Comentario de Ramiro Garavito al texto ¿Invención o fantasma? de Max Jorge Hinderer
Me interesa comentar del artículo de Max porque introduce un necesario enfoque político en un asunto que podría permanecer en un ámbito mera e ingenuamente histórico o artístico. Eso desplaza la cuestión de la invención del arte hacia un plano ideológico y político, donde lo importante son los efectos hegemónicos y colonialistas que tiene la determinación de quién invento el arte, porque eso significaría aceptar en consecuencia determinadas funciones derivadas de los intereses políticos y económicos de aquellos que supuestamente inventaron el arte, en este caso nos referimos a la civilización occidental y su evidente intención hegemónica de occidentalizar culturalmente el planeta no solo a partir de la desterritorialización operada por el capitalismo transnacional, sino por medios abiertamente violentos. En este sentido comparto el sentimiento de Max cuando afirma que hay que “oponernos a la idea de que el arte sea una invención occidental”; pero menos como resultado de una convicción genealógica, que como estrategia de resistencia a esa “función de tradición occidental” que sin duda todavía subsiste en las instituciones de arte y en los circuitos del arte internacional. Por cierto, merced a esa función las formas de los tejidos andinos todavía están recluidas en un museo de “etnografía y folklore” y no en el Museo Nacional de Arte.
Así como mas importante de quién inventó la pizza o cuál es el origen del idioma español, es su función en mi vida y lo que yo pueda hacer hoy con ellos; del mismo modo, es mucho más importante la función actual del arte y sus implicaciones políticas que determinar quién lo inventó.
Comparto también con Max cuando dice que “el arte, como invención occidental, constituye un espacio ideológico que a través de los siglos (…) coincide con el espacio imaginario común de las élites locales, vinculado al capital globalizado”. Pero por otra parte, creo que a partir de las vanguardias artísticas (Gauguin, Matisse y Picasso) el arte comenzó a ser menos homogéneamente occidental y que al cabo de algunos años comenzó a cuestionarse activamente en el circuito internacional del arte contemporáneo el foco artístico y cultural occidental a partir de nociones como “la tensión entre el centro y la periferia”; “el occicentrismo”, “lo local y lo global”, “el discurso del colonizador en las bienales”, “el discurso descolonizador”, “lo propio y lo ajeno”, “la multiculturalidad como pastiche indiferenciado”, los “fragmentos y las alteridades frente a lo global occidental”, “la diferencia en la aldea global”. Y desde fines de los 80’s bienales mundiales como “Les Magiciens de la Terre”, “The Decade Show”; “Cocido y crudo” han sido llamadas “etonocentricas y hegemónicas” en el mismo circuito del arte contemporáneo, y puestas en cuestión por sostener una pretendida “descentralización cultural” desde el punto del vista del colonizador. Es decir, la función hegemónica del arte occidental todavía goza de buena salud, pero cada vez tiene más momentos de sustos que amenazan el orden establecido.
Parafraseando a Ticio Escobar, diría que quizá no se trata de buscar resolver de modo maniqueo, la contradicción entre lo global y la diferencia, entre la colonización y la descolonización, entre la función del arte occidental y los contextos estéticos locales, sino de manejar la complejidad de esa situación sin simplificarla, sin dejar de renovar el silencio de los enigmas que encrespan las diferencias, que turban la subjetividad e impiden que el Todo se cierre con un chasquido sin ecos.
Ramiro, creo que todo es politico, y todo lo que se analize desde un ambito historico es tambien politico. En otro punto, yo creo que el arte "occidental" esta tan pero tan saludable que se puede permitir el lujo de tener cuestionamientos internos sin que se le mueva una sola pestaña. Lo que no funcione dentro del sistema artistico contemporaneo, no existe. quizas vos y yo sabemos que si existe un mas alla fuera del circuito contemporaneo internacional, pero es practicamente imposible acceder a el o que unos desconocidos como nosotros lo valide como "arte". por otro lado conoces a algun artista que honestamente quiera crear fuera, absolutamente fuera del sistema? en cierta forma estoy de acuerdo con lo que dices, si el mundo fuera un lugar mas bueno. pero tal parece que todo lo que el humano hace viene con daños colaterales incluidos, y el arte es siempre un reflejo del contexto en que ha sido creado. (pido disculpas por la falta de acentos)
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