lunes, 7 de marzo de 2011

Comentario al tema 3 - Alejandra Alarcón

Comentario a los textos de Max Jorge Hinderer y Roberto Valcárcel sobre el tema de arte e identidad

La identidad y el arte, son dos temas muy polémicos y complejos. En este comentario a los textos de Roberto Varcárcel y Max Hinderer. Planteo un par de ideas para ampliar lo que ellos proponen y a la vez generar un diálogo.

Coincido con el texto de Varcárcel en que no puede haber una perdida de identidad. Creo en la identidad como una constante negociación con el otro en el que “ser” no es algo dado e inamovible si no algo más bien cambiante. Las dicotomías desaparecen en este devenir.

La identidad entendida como una constante negociación con el otro, en el que “ser” no es algo dado e inamovible, si no algo más bien cambiante. Como plantea Argullol en su libro Filosofía nómada: “YO soy lo OTRO que hay en mí” (1) . Me atrae la idea de ser y no acabar en uno mismo. O como también plantea Morris Berman(2): “Yo soy Yo es algo que crece en el tiempo, es algo no lineal, se teje y desteje. El desgarre interior es el desgarre exterior eso es lo que significa decir: “no hay Si mismo sin Otro”. La identidad del hombre es más evidente cuando se enfrenta al otro, a lo diferente.

Muchas veces se habla de la responsabilidad que tiene el artista con su entorno y en recrear la identidad de su “país”. Creo que el único lugar desde donde el artista puede hablar es desde su subjetividad (considerando que esta contiene a la colectividad), en donde quizás su identidad es nómada, nómada en el sentido de no estar anclada en el tiempo y el espacio. Remitirnos a nuestra propia existencia para hablar de lo propio quizás es el camino que nos puede permitir crear el puente entre lo local, lo global. Entonces el arte es el espacio desde donde el artista reflexiona desde lo subjetivo para llegar a su propio mundo de vida que lo comparte con otros con la misma percepción de realidad de él.

Cada clase de artista que existe en este país, que habla desde su propia voz subjetiva, construye un orden del mundo, que es propio de su tiempo, sus espacios, sus identidades, sean estas las que sean.

El arte como construcción de conocimiento en el que se ordena el mundo de determinada manera. Hoy mas que en ningún otro momento histórico los seres humanos tienen un flujo de información acelerado, un flujo que ya no esta anclado necesariamente en el tiempo y espacio. Las nociones de límites en cuanto a lo nacional, racial, étnico, genero son cada vez más difusas o cada vez más negociables. El libre tránsito identitario se da de manera vertiginosa. Las nociones de pertenecía tan ligadas a la identidad se han ido multiplicando es así que hoy en día se puede hablar de “identidades”.

El texto de Max Hinderer concluye en lo siguiente: “Lo que falta es la disposición, o más bien el reconocimiento social, de pensar el arte no como vehículo para la representación de alguna identidad propia u otra, sino de valorar las prácticas artísticas que logren revelar la construcción ideológica de lo propio bajo las especificas condiciones sociales, políticas y económicas que marcan nuestro pasado y presente”.

Me pregunto cómo: dado el caso que se logre revelar la construcción ideológica de lo propio como señala el texto de Hinderer en que momento o situación algo empieza a ser propio, o no propio, en relación a qué o a quién?

Hablar de lo propio nos pone innecesariamente en una lectura dicotómica en donde se antepone todo el tiempo lo propio a lo ajeno, esta manera de aproximarse le resta posibles otras lecturas a un fenómeno que es más complejo. Hablar de lo propio tiende a homogeneizar, cuando la búsqueda debería ser la de encontrar los matices de lo diverso.

Esta postura dicotómica tiende también a ser estática, cuando la identidad es todo menos algo estático, es dinámica. Una de las vías que atraviesa transversalmente esta tendencia homogeneizadora es la búsqueda subjetiva que precisamente tiene el arte contemporáneo. A través de lo subjetivo, íntimo cotidiano, corporal, nómada, los artistas hablan de estas pequeñas verdades desprovistas por fin de esta gran responsabilidad de ser la gran verdad absoluta universal (como en las vanguardias).

Es menester recuperar esta voz individual de identidades múltiples, orgánicas dinámicas, que nos hablan de un estar ahí (ahí nómada). De una negociación identitaria con los espacios (nación, etnia) género, clase, etc.

Desde mi punto de vista, creo que es necesario concebir la identidad como un constante flujo de APROPIACIONES de lo propio y lo no propio. Es mas me atrevería afirmar que la identidad es una constante práctica de APROPIARSE, de asimilar, de hacer mío lo que me gusta del otro, de ser el OTRO y en este proceso ser mi propia versión.

El arte y la cultura es el espacio privilegiado en donde la identidad (o las identidades, nómadas) realizan sus ritos de apropiación, es el espacio donde este intercambio-fusión devenir, existe y se expresa.


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(1) ARGULLOL, Rafael Aventura. Una filosofía Nomada. Ed Plaza Janes . Baecelona 2000 “Es como si a través de Edipo la respuesta que pudiéramos dar al “conócete a ti mismo” del oráculo y de los antiguos sabios de Grecia fuera en realidad YO soy lo OTRO que hay en mí” 35

(2)“En la vida diaria, la línea sí mismo y el Otro se negocia constantemente. En algún sentido siempre estamos siendo “confiscado”, y esta es una danza que se desarrolla en torno a la falta básica(..)División Si Mismo / otro, ocurre , en un contexto afectivo y emotivo- no se trata sólo de mirarse en otros ojos o en vidrios plateados(..)Para nosotros, el Sí Mismo viene a definirse como carencia, el Otro como redentor desde el nacimiento hasta la conciencia del Yo y confiscación , aprendemos que la vida es solitaria y plena de dolor y que el universo definitivamente no es amistoso”. MORRIS Berman. Cuerpo y espíritu 1992 pag. 23-26

2 comentarios:

  1. Silvana Vázquez8 de marzo de 2011, 7:22

    Comunicarnos, cuestionarnos este proceso de negociaciones y apropiaciones constantes en las Culturas, con el arte como parte del proceso, son de las bellas posibilidades en que los Otros miramos a nuestro Yo mismo y al Otro, en este proyecto identitario nómada, que pasea por lo global y lo local.

    Entonces pienso que, desde ahí también podemos analizar y estudiar esa construcción ideológica, en sus particulares condiciones sociales, económicas y políticas.

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  2. Ale, que interesante leerte y constatar que mis cuerdas identitarias resuenan con tus agudas reflexiones.
    Cada OTRO que conocemos es una oportunidad unica de reconocerse en algo nuevo o reencontrarse en algo viejo, ya sea por afinidad o por rechazo y de esta forma seguir construyendo nuestras multiples identidades*, eternamente, en total libertad, y sin rumbo fijo pre/definido o pre/fijado por la estructura de poder de turno, ya sea de coyuntura politica o de economia de mercado o de cualquier otro tipo...

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