lunes, 16 de mayo de 2011

Contribuciones especiales - Anuar Elías

Comentario al texto "La posibilidad de lo político en el arte contemporáneo" de Ramiro Garavito

En Bolivia no son escasas las intenciones de los artistas bolivianos de aludir a lo político, si entendemos lo político más allá de actividad partidista o doctrinal, donde género, identidad, y participación, también forman parte de lo político. Lo que sí me parece escaso, son la iniciativas curatoriales, como los dos que agrega Ramiro. Habría que darnos a la tarea de ampliar el concepto y sus posibilidades, porque no solo de exposiciones colectivas se alimenta el ente político en el arte. Obras de Julio González, Alejandra Alarcón, Galo Coca, sirvan como algunos ejemplos.

El menester curatorial

En Bolivia se tienen que hacer convocatorias temáticas para invitar a los artistas a pensar desde la política. Esta posición me parece que habla muy bien de quienes organizan estas convocatorias y deja mucho que desear de los artistas. El hecho inaugural de una exhibición de arte sin reparar de inmediato en las temáticas que aborda, es ya un acto concerniente a lo político.

Sustituir pretextos por motivos

Abrir estas posibilidades de lo político en el arte contemporáneo es un reto compartido, entre artistas, curadores y críticos. Concierne a los artistas el dilucidar temas políticos al elaborar sus propuestas conceptuales, justificaciones y motivos que darán soporte a la obra en aras de exhibirlo. Concierne a los críticos explorar las distintas lecturas de lo político en obras o exhibiciones que no necesitan de colectivas para versar sobre el tema. Concierne a los curadores enfrentar con rigor las propuestas de los artistas y seducir al público sobre dichas posibilidades.

Artistas que tienen muchas ganas de participar

A diferencia de Ramiro, creo que el artista usa el arte para excusar sus impulsos contestatarios y en ese afán dirige torpemente sus esfuerzos hacia la coyuntura, dando a luz obras de caducidad a muy corto plazo: labrando su epitafio a la orilla del mar.

La metáfora como materia prima

Concuerdo con Garavito en que: el objetivo es insertar, insidiosa y efectivamente, esos dispositivos cognitivos; hago énfasis en la metáfora como materia prima de trabajo, que a su vez implica el gran reto de instruir públicos en la lectura y comprensión de sus sentidos, lo que podría constituir, más allá de la ampliación del músculo cognitivo, un cambio en los modelos de comprensión del arte contemporáneo.

Anuar Elías

1 comentario:

  1. Mas allá de concretar en algo que pueda ser contribuido en el arte boliviano, es el de crear significantes de los cuales podamos ser partícipes de ello para generar, atrás de elementos o iconos culturales que nos identifican, nuevos imaginarios cuales se pueda partir ya en un arte global que uno "de ahi". La política puede que sea una excusa, pero hay que saberla desligar de vez en cuando, al final igual llega la metáfora. Caso dado de la obra de Galo Coca para la Bienal Siart 2009, "Los herederos", que por "ignorancia" o falta de cuidado de parte del personal, su obra fue "intervenida" por gente del lugar quienes, por lo visto, quisieron emborracharse mas. ¿Que se puede interpretar de ello? ¿"ignorancia" de la gente? ¿descuidado del personal? o ¿como la política toma sin cuidado el tema del arte perjudicándolo tal vez o adhiriendo mejorías a la obra? Al final se crean un sin fin de interpretaciones. Pero por lo visto, que parece tal vez, a un principio no partió de lo político quizás.

    ResponderEliminar