lunes, 2 de mayo de 2011

Artista invitado al tema 7 - Douglas Rodrigo Rada

El espacio de exposición como la base para la construcción de sentidos en el arte contemporáneo

El arte contemporáneo boliviano tanto en la forma, como en la estructura del circuito que lo aloja, ha sufrido una traumática transformación en los últimos 10 años. La globalización ha absorbido los intereses, no sólo de los artistas, muchos de ellos formados en circuitos internacionales; sino también del mercado y de la institución cultural, que por motivaciones de índole humano, en su mayoría, han decidido redirigir sus intereses hacia el arte que se conoce como posmoderno.

Los factores más importantes para la repercusión de este fenómeno, han sido las grandes exposiciones y los premios que dichas exposiciones ofrecen, que no solo han generado una plataforma de exposición no tradicional, si no que han motivado a la nueva generación de artistas locales a experimentar y arriesgarse dentro y fuera del llamado “cubo blanco”.

El “cubo blanco” o sala de exposiciones, no es solamente un sitio vacio con paredes blancas para la presentación de obras de arte, es también un espacio semiológico, un sitio neutro, que construye una plataforma en la cual las reglas se replantean, y en la cual los sentidos de las obras de arte, muchas veces objetos comunes, adquieren valor o se re-significan como obras de arte.

Para explicar la lógica de la idea utilizo 2 ejemplos extraídos del catálogo del Festival de Performance CIMIENTOS

•Retroalimentación de José Ballivián


Apoyado por el artista plástico Álvaro Ruilova en los dibujos, Ballivián invitó al público a intercambiar ideas para performance por retratos. Ruilova realizaba un retrato a lápiz sobre papel de los voluntarios que estuvieran interesados en escribir una idea para performance de su creación, mientras se les realizaba el retrato. Los dibujos se expusieron junto a las ideas hasta el final del evento, momento en el que se entrego los retratos a los respectivos dueños.

Ballivián en “Retroalimentación” cuestiona de forma mordaz y juguetona a la vez, la noción de autoría de la obra de arte, la relación entre el arte tradicional y el posmoderno en la sociedad actual, repiensa la dinámica del performance como una acción concreta y crítica el circuito de transacción de capitales, en el cual el arte esta inserto.
El sentido general de una obra se construye con ayuda del espacio semiológico y del festival en el que se realizó, si la obra se repite en la calle o en el marco de una exposición de arte tradicional, la lectura cambiaria y algunos de los valores que son primordiales en esta presentación, pasarían a ser secundarios.

•Alfredo Román -Doble Exposición

Román en doble exposición solicitó al servicio público, la asistencia de cinco policías uniformados para resguardar el orden durante todo el festival Cimientos.

Con un sesgo de ironía, Román se apropió de la plataforma que genera el festival, para producir una obra que no ejecutó él, si no que sucedió mientras se llevaban a cabo todas las demás.
-Doble exposición- hace referencia a la apertura de la obra de arte y cómo ésta puede sugerir dos cosas a la vez, en el caso, los policías están generando esta tensión, al estar ahí por un motivo concreto, que es el cumplir con su trabajo de seguridad pública y para proponer el discurso de la obra de Román, en la cual ellos tienen un rol pasivo pero no por eso insignificante.
En una profunda reflexión sobre el control y la vigilancia en los circuitos de generación cultural, Román juega a ser el bufón de la corte, burlándose de los mecanismos de control desde adentro.
El Festival entonces se convierte en un foro en el cual cualquier cosa puede ser leída e interpretada como arte, y en el cual los márgenes entre la realidad y las reflexiones sobre el arte, están siempre presentes en la conciencia del público, esta obra fue generada en específico para el festival de performance y el marco del festival es indispensable para la generación y ejecución de la misma.

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